Reevolución deseante
El Logos divorciado del Erøs está condenado al infierno de lo igual, a la amortalidad, una replicación constante de sí mismo. Eternamente inerte y frío. Atrapado en la pesadilla de lo congelante, prolifera estéril a través de variantes y algoritmos vacíos de voluntad o sentido. Absorbido en una vigilancia paranoide del sinsentido, de lo curvo, del equívoco, se consume en literalidades de líneas rectas y profilácticos microdeseos cuasi diluidos. Capturado en una metálica conciencia encapsulada y enloquecida, cautiva en el paroxismo de su propia eficiencia. Una reevolución deseante es precisa. Pulsemos una política de los afectos que despierte los cuerpos. Descansemos en la belleza del acontecimiento y la contradicción. Lenguajeemos una sintaxis libertaria que abrace paradojas y que renuncie a los ismos. Despertemos a una conciencia que expanda metáforas y reverencie el misterio. Dejemos morir toda violencia en la mirada. Nazcamos a oj