Enraizamiento / Grounding. Vol I

Grounding / Enraizamiento / Abordaje del centro bajo.

Exploraciones sobre Muladhara (Chakra Raíz). En términos bioenergéticos corresponde al Centro Bajo (segmento bioenergético: pies, piernas, base de la columna), Elemento Tierra (cualidades firmeza, solidez, consistencia, seguridad).

Este centro tiene una polaridad energética fundamental que se sintetiza en los opuestos rigidez-colapso / control-entrega / independencia-dependencia.

Abordar la exploración de este segmento implica ponernos en contacto con los recursos yoicos, su capacidad de "sostenerse", de estar en sus propios pies, ocupar su lugar. Esto requiere una gran movilización de energía agresiva que nos protege del colapso ("de caer" en sentido figurativo) y que nos permite, a la vez, enraizarnos en nuestra verticalidad, posición erecta que implica la construcción de una postura corporal que se constituye alrededor de un conjunto de fuerzas de cada cuerpo entre cuerpos y en el espacio, que se "solidifican" en dicha postura.

Implica un trabajo con la polaridad yang de la energía, la potencia autoafirmativa, la capacidad de dar dirección al flujo de energía y sustentar su potencia.
La dirección de esta polaridad es fundamentalmente ascendente. Tomamos del suelo, nuestro soporte físico, el impulso para avanzar en cierta dirección. Para tener un buen soporte, es decir, para estar plenamente en contacto con el suelo, los pies y piernas deben estar cargados de energía, sensibles y firmes a la vez, con buen tono muscular y buena irrigación sanguínea. Esto permite que puedan sentirse como un fundamento sólido y a la vez flexible y móvil. 

El abordaje de este aspecto de la cualidad yang, es especialmente interesante para aquellos sujetos con corazas "blandas", es decir, con límites débiles, poca carga energética lo que se traduce en baja energía y por ende vitalidad y con tendencia a enfriarse (emociones frías: tristeza, melancolía, depresión), en los que por lo general hay poco contacto con lo deseante.

Tanto el exceso de rigidez como el debilitamiento en pies y piernas, dificultan que la carga energética circule por miembros inferiores y que el cuerpo reciba del suelo la energía ascendente y que descargue hacia el mismo la energía descendente. 

Esto produce una desconexión del cuerpo en relación a la base orgánica que le brinda el suelo lo que genera inseguridad y sobrecarga o subcarga según sea el caso. En ocasiones las personas explicitan sentirse "con los pies en el aire" o "clavadas al piso". Estas expresiones coloquiales explicitan claramente las sensaciones que se producen a partir de los procesos de exceso o déficit de enraizamiento (grounding).

En polaridad con la exploración del aspecto masculino de este centro, la armonía del mismo también depende de la conciencia de su aspecto femenino, la manifestación yin de la energía. 
Aquí encontramos que la firmeza debe balancearse con flexibilidad y adaptabilidad, con la capacidad de entregarse al soporte del suelo, saliendo de la vertical y yendo hacia la horizontalidad, la postura fundamental de la entrega del cuerpo a la tierra. 

Aquí se movilizan aspectos que tienen que ver con la dependencia en sentido amplio y con la profundidad inconciente, con la interioridad.
Si la verticalidad es la postura del plano conciente por excelencia, la horizontalidad lo es del plano inconciente.
Aquí hay un permitirse, abandonarse al contacto con la firmeza que viene de afuera y sobre la que me permito apoyarme. 

Puede generar mucha ansiedad en sujetos excesivamente controlados, muy cargados en el plano mental y con corazas de tipo rígidas y también en sujetos ansiosos con déficit de acorazamiento y dificultad para tomar contacto con su propia interioridad. 

El excesivo acorazamiento en este centro, el sobreenraizamiento, produce un carácter de tipo seco, con poco contacto con las emociones propias y de los otros, excesivamente controlado y por lo general sumamente racional.

Tanto el excesivo acorazamiento (sobreenraizamiento) como el déficit de acorazamiento (subenraizamiento), en términos generales corazas rígidas y blandas respectivamente, reduce la pulsación natural del organismo reduciendo su potencia orgásmica ya que es ésta justamente la que opera como reguladora de los procesos de apertura y cierre, control-entrega, carga-descarga.

Puede, también, esta entrega a la horizontal, experimentarse como muy placentera. De hecho, una de las cualidades fundamentales del placer como acontecimiento bioenergético, es la capacidad de relajar tensión y ablandar la rigidez para experimentar una suerte de derretimiento (melting) que se experimenta como corrientes de suave excitación a lo largo del cuerpo.

En los workshops con foco en enraizamiento, abordamos las formas de sostenernos y lo que implican estas formas, cuánta sensibilidad nos habilitan y cuánta fortaleza nos brindan. Estar en la propia verticalidad es un fenómeno de la conciencia y del cuerpo, es un fenómeno bioenergético en el que cada cuerpo interactúa con el entramado de fuerzas que lo constituyen en lo interno y en lo externo, el campo de fuerzas que constela.

Investigamos las formas de acorazamiento, tanto en sus aspectos de rigidez y exceso, como en sus aspectos de excesivo debilitamiento, en formas subacorazadas. 

Cada carácter y cada sujeto tiene diferentes tipos de corazas en diferentes centros corporales, interactuando entre sí en la permanente procura de pulsar con plenitud la vida que nos recorre. 

Confiar en ese pulso es estar en constante despliegue, en permanente contradicción, deseantes y siempre inacabados.

"El carácter es historia congelada"

W. Reich

La vida es movimiento.

Om Shanti

Victoria

Cuerpo, psique y arquetipos

Exploraciones en subjetividad, arquetipos, corporalidad y movimiento

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