La liviandad es una cualidad energética que vibra en oposición a la pesadez. Parecen ser cualidades exclusivamente físicas pero, a manera de fractales o arquetipos, se despliegan en todos los planos de la experiencia. La liviandad en lo físico se expresa como un cuerpo ligero, de movimientos sutiles y fluidos. Un cuerpo con "gracia". En su despliegue tiende a percibirse más fluidez que inercia. Basta imaginar los movimientos de un bailarín o incluso de un deportista. En lo psíquico, la liviandad es la orientación de la conciencia hacia el momento presente, menor fijación en lo pasado y lo negativo. Mayor capacidad de experimentar emociones cálidas (alegría, gratitud, empatía) y de captar conceptos novedosos. Apertura a la espontaneidad y el juego. En lo mental, se manifiesta como una inclinación a moverse con soltura entre ideas sin fijarse en exceso en ninguna. Posibilidad de observar desde varios ángulos un aspecto de la realidad sin identificarse rígidamente con el propi
Para generar carga, es decir, para habitar la sensación de vitalidad sin necesidad de estímulos externos, es preciso despertar el contacto con el suelo, sensibilizar pies y piernas y permitir que surja desde allí el impulso hacia el movimiento. Esa es la carga orgánica que contiene información acerca de lo deseante, es decir, de lo que literalmente nos mueve, nos enciende. En la mayoría de las personas, el centro bajo está rigidizado o debilitado por lo que el registro del piso (y de sus propios pies y piernas) es débil (lo que produce inestabilidad, poca vitalidad) o firme pero excesivamente fijo e insensible (sensación de inercia, movimiento estereotipado, rutinario, maquínico). El plano de la verticalidad es dinámico aún cuando no se percibe movimiento externo. Utilizarlo como herramienta, dispara efectos profundos en el plano de las sensaciones y lo sensible. En las prácticas, estimulamos la toma de contacto con la tierra como fuente de soporte, firmeza y seguridad. Recuperar es
El cuerpo es inercia y memoria, resistencia y emoción. También es potencia, pulso, combustión. Transparente a lo más íntimo, fundido con lo necesario, lo deseado y lo temido. Delator metonímico de lo negado. Profundamente honesto, como un animal. Es la materia a iluminar, lo sombrío. Lo lunar femenino. La masa madre y su fertilidad. Victoria @psicologiasomatica
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